Cinco opiniones sobre la dolarización en Venezuela

Rosanmi Marcano. Economista UCV. Master en Finanzas IESA. Economista del Departamento de Análisis Macroeconómico de EMFI Securities

1.       Actualmente es evidente que hay un proceso de dolarización informal o de hecho de la economía venezolana. ¿Está usted de acuerdo que se avance hacia una dolarización de derecho y se adopte al dólar como moneda nacional?

Si bien la creciente dolarización ha permitido ralentizar la hiperinflación y dinamizar las transacciones comerciales limitadas por el uso del bolívar, no estoy de acuerdo con su adopción formal del dólar porque ello limita las herramientas de política económica y no constituye una solución a largo plazo de los desequilibrios fiscales, principal causa de la crisis económica  venezolana.

Los gobiernos populistas podrían continuar financiando un excesivo gasto público, aumentando el endeudamiento como ocurrió en Ecuador. Aunque la dolarización permitió estabilizar los precios, no impidió que el gobierno de Rafael Correa casi duplicara la relación deuda a PIB y la consecuente crisis de deuda. Además, los países dolarizados son más vulnerables a las crisis económicas globales, debido a que no pueden responder ajustando la política monetaria o la tasa de cambio. Sin embargo, ante la pérdida de confianza en el bolívar y sin una reforma macroeconómica integral, será cada vez más difícil volver a emitir una moneda local creíble.

2.    ¿Cuáles ventajas y desventajas podría tener la dolarización de derecho para Venezuela?

La mayor ventaja de la dolarización formal es la estabilidad en los precios, debido a que elimina la posibilidad de que el gobierno aumente excesivamente el señoreaje para financiar el déficit fiscal, lo cual representa la principal causa de las hiperinflaciones modernas. Para Venezuela, que ha pasado 42 meses en hiperinflación, esto no es poca cosa. Estabilizar la inflación representaría el primer paso para reducir la incertidumbre y promover la recuperación.

Sin embargo, la pérdida de los ingresos por señoreaje como fuente de financiamiento constituye una desventaja en sí misma. Asimismo, la dolarización supone renunciar a una política monetaria propia. En los países emergentes, la reducción de las tasas de interés ha sido una de las principales medidas adoptadas para mitigar el impacto negativo de la crisis económica originada por  la Covid19. En resumen, la adopción del dólar como moneda de curso legal limitaría las herramientas de política económica para sortear las crisis.

Jonás De Sousa. Economista de la UCV. Economista Investigador en ANOVA Policy Research.

  1. Actualmente es evidente que hay un proceso de dolarización informal o de hecho de la economía venezolana. ¿Está usted de acuerdo que se avance hacia una dolarización de derecho y se adopte al dólar como moneda nacional?

Pienso que la decisión a favor o en contra de adoptar el dólar como moneda nacional depende en gran medida de la generación escenarios futuros, políticos e institucionales en el país. Esto debido a que, lo que realmente requiere el país en el ámbito económico exige la implementación de políticas públicas orientadas a estimular la inversión y fomentar la formación de capital humano y físico. No obstante, la realidad dista de ello.

En este sentido, si se asume como escenario principal un estatus quo poco o nada distante a la actual situación, sí estaría de acuerdo con esta medida. Dada la tendencia a la prociclicidad de las políticas fiscales, decadencia de la industria petrolera en el país a niveles mínimos históricos, pésima confianza de los agentes en la moneda nacional, sistema financiero altamente reducido y debilitado, las ventajas de corto e incluso a mediano plazo de iniciar un proceso de dolarización de derecho en el país cada vez podrían tener más peso en las discusiones sobre el tema.

2.       ¿Cuáles ventajas y desventajas podría tener la dolarización de derecho para Venezuela?

Las desventajas principales serían la pérdida de capacidad de uso de la política monetaria y cambiaria como medios para lidiar con choques externos que afectarían la estabilidad y el crecimiento. Asimismo, se perdería la capacidad de ingresos por señoreaje y el BCV reduciría considerablemente sus funciones, como por ejemplo el de ser prestamista de última instancia.

Con relación a las ventajas, tendríamos la imposibilidad de financiamiento de gasto público deficitario por parte del Banco Central y se acabaría con la incertidumbre cambiaria. Solo con este par de ventajas ya se estaría en gran medida mitigando las causas que nos llevaron de la inflación crónica a la crisis hiperinflacionaria en la que hemos transitado los últimos años. Asimismo, dado el contexto financiero actual del país una dolarización de este tipo contribuiría a mitigar la indisciplina fiscal. Sin dejar atrás que, a medida que la dolarización informal siga avanzando en las transacciones y en el proceso de formación de precios, algún intento de desdolarización sería más cuesta arriba.

Carla de Oliveira  Economista (UCV), Maestría en Finanzas (IESA).

1. Actualmente es evidente que hay un proceso de dolarización informal o de hecho de la economía venezolana. ¿Está usted de acuerdo que se avance hacia una dolarización de derecho y se adopte al dólar como moneda nacional?

Si bien en Venezuela se ha ido llevando un proceso donde una porción de la población puede transar en dólares y le ha brindado a los venezolanos un poco más de certidumbre sobre su valor en el futuro cercano, es necesario ir a la causa que generó este proceso de dolarización informal. Considero que una dolarización de derecho en la economía no será una solución inequívoca a nuestros problemas. De hecho, la historia nos ha mostrado que pocos han sido los países que en procesos inflacionarios han adoptado el dólar como moneda oficial. 

En el caso venezolano, pareciera que este proceso de dolarización continuará como una alternativa a la inestabilidad del bolívar. Esta dolarización que se ha generado paulatinamente ha sido la respuesta que han tenido los agentes económicos y lo han hecho porque el dólar le ha podido brindar a los venezolanos ser reserva de valor y medio de cambio. Asimismo, es un proceso que hasta los momentos continuará cohabitando con el bolívar.

2. ¿Cuáles ventajas y desventajas podría tener la dolarización de derecho para Venezuela?

Las ventajas y desventajas de un proceso de esta naturaleza pueden ser muy largos de conversar. Por un lado, en cuanto a las ventajas, la dolarización reduciría la inestabilidad cambiaria y monetaria que ha estado teniendo Venezuela. A su vez, los agentes económicos sentirían más confianza en la moneda que están usando. 

Por otro lado, respecto a las desventajas, se perdería la posibilidad de utilizar la política monetaria y cambiaría ante shocks de la economía. Tampoco se estarían corrigiendo los desequilibrios fiscales que hay y la necesidad de generar divisas para poder cubrir los gastos en dólares del sector público.  Por último, un aspecto importante a mencionar es que existiría un mayor debilitamiento del sistema financiero, acompañado del hecho que el Banco Central no podría cumplir el rol de prestamista de última instancia. Con respecto a esto, si bien podría brindar liquidez en el corto plazo o apoyo a bancos específicos, no podría responder a una caída repentina de los depósitos del sistema.

Melissa  Evaristo. Economista UCV. Especialización en Finanzas Internacionales UNIMET. Analista de Mercados Emergentes

1.   Actualmente es evidente que hay un proceso de dolarización informal o de hecho de la economía venezolana. ¿Está usted de acuerdo que se avance hacia una dolarización de derecho y se adopte al dólar como moneda nacional?

La dolarización ha avanzado ante la falta de medidas para corregir los motivos que nos han llevado a este punto con la hiperinflación y la constante devaluación de la moneda; el bolívar no inspira confianza desde hace mucho y en cambio la balanza se ha inclinado hacia el dólar, percibido como una moneda fuerte. Lograr que el bolívar vuelva a tener esas características de moneda estable lo considero imposible, sobre todo por el equipo que está a cargo de la política económica. Hace 4 años hubiese estado en contra de una dolarización de derecho, pero a estas alturas es inevitable. Sobre todo debido a que con cada día que pasa se va fortaleciéndola dolarización en medio de su informalidad, desdolarizar se va haciendo cada vez más complicado.

2. ¿Cuáles ventajas y desventajas podría tener la dolarización de derecho para Venezuela?

Dentro de las ventajas, una dolarización formal permite una reducción rápida de la inflación. De igual forma, al tener que realizarse en conjunto de acuerdos con la Reserva Federal también entra en juego el tema de la confianza que actualmente se encuentra muy deteriorada. El éxito de cualquier política pasa por la credibilidad y confianza que inspiren las autoridades detrás de dichas decisiones.  Igualmente,  la dolarización implica renunciar a la política monetaria que era uno de los principales motivos que me llevaba a rechazarla hace unos años. El año pasado en pleno shock por la pandemia de Covid19, muchos países ajustaron sus tasas de interés para poder estimular su economía y mitigar la contracción de su PIB; no fue así en el caso de Ecuador que registró una caída de casi 8%. No obstante, no por ello se debe calificar como negativa en su totalidad la dolarización en dicho país, hace poco se aprobó una ley que busca defenderla, pero es un factor a tener en cuenta para poder evaluar con qué otras herramientas se cuenta para enfrentar una coyuntura de ese tipo.  Finalmente, aunque dolarizar ofrece aspectos positivos esto no implica mayor prudencia fiscal que es uno de los mayores problemas de fondo que presenta la economía venezolana desde hace muchos años.

Luis Bárcenas. Economista UCV; Maestría en Economía por la Pontificia Universidad Católica de Chile.  Economista Jefe de Ecoanalítica. Trabajó como analista de investigación en la Vicepresidencia de Estudios del BCV. 

1.       Actualmente es evidente que hay un proceso de dolarización informal o de hecho de la economía venezolana. ¿Está usted de acuerdo que se avance hacia una dolarización de derecho y se adopte al dólar como moneda nacional?

En desacuerdo.  Por un lado, la economía venezolana aun no goza de los prerrequisitos claves para que este esquema tenga éxito en abatir la hiperinflación local.  En particular, dolarizar requiere de una férrea disciplina fiscal para no demandar financiamiento de parte de los bancos centrales (inexistente bajo este esquema), por lo que el carácter procíclico que aún muestra el gasto público en Venezuela frente a los choques externos (particularmente, los petroleros) atentaría contra el principal objetivo del nuevo arreglo. Asimismo, se requiere de la suficiente dotación de activos en moneda extranjera y de acceso a los mercados internacionales para evitar cualquier escenario de iliquidez a nivel interno, algo de lo que Venezuela carece actualmente. 

Por otro lado, dado que la autoridad monetaria (BCV) no emite dólares, dolarizar de jure conllevaría a que el ente emisor pierda la capacidad de actuar en los ámbitos para los cuales aún tiene relevancia (como el sistema financiero).  De hecho, a medida que la dolarización trascienda al ámbito bancario y haya mayor apertura a la entrada de capitales, se requiere implementar una normativa más rigurosa que la actual tanto en materia de legitimación de capitales como de carácter macroprudencial.  Ello con el fin de acotar el apalancamiento externo de los bancos locales y evitar un colapso generalizado del mercado bancario en ciclos recesivos a nivel global.

2.  ¿Cuáles ventajas y desventajas podría tener la dolarización de derecho para Venezuela?

En primera instancia, dolarizar de manera formal provocaría una reducción sostenida en el alza de los precios internos, pues todas las transacciones se harían con una moneda que goza de una amplia credibilidad como loes el dólar, mientras se impide que el BCV continúe financiando con moneda sin respaldo a los entes públicos.  De igual forma, al re-expresarse en dólares todos los activos domésticos, éstos no se verían sujetos a pérdidas frente a fluctuaciones en el tipo de cambio (riesgo cambiario).  Por otro lado, imponer el dólar como moneda de curso legal obligaría al BCV a ofrecer un cono monetario en divisas más amplio (reduciendo los costos transaccionales) y eliminaría las restricciones sobre el financiamiento bancario interno en moneda extranjera.

No obstante, dolarizar de jure puede reducir la capacidad del BCV para aminorar los efectos reales de los choques internos o foráneos.   En particular, la dolarización no permitiría que el ente emisor actúe como prestamista de última instancia para frenar cualquier crisis bancaria, un aspecto clave para el caso venezolano debido a la poca profundidad del sistema financiero local y su recurrente exposición a episodios de iliquidez.  Otra desventaja reside en cómo la dolarización alteraría los mecanismos bajo los cuales la economía local “absorbería” los choques externos.  Si se dolarizase por completo, el tipo de cambio no cumpliría ningún rol frente a un cambio no esperado en los precios internacionales o en las tasas externas.  En otras palabras, los precios en Venezuela podrían tornarse más volátiles ante tales eventos al no contar con la paridad bolívar/dólar como mecanismo de ajuste.