De acuerdo a las cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas la economía venezolana entró en un nuevo ciclo recesivo por cuanto durante dos trimestres consecutivos el Índice Mensual de Actividad Económica registró sendas contracciones. Así, el indicador denotó una caída de 7,6% durante el primer trimestre de 2023 y de 6,3% en el segundo trimestre. La cifra correspondiente al primer trimestre fue revisada con información más actualizada y de una disminución del indicador de 8,3% se reestimó en -7,6%. Al considerar el primer semestre de 2023 respecto a similar periodo de 2022 la actividad económica se contrajo 7%.
Esta caída en el nivel de actividad económica ocurrió en un contexto de aumento de la producción petrolera, la cual no pudo compensar las declinaciones que se observaron en factores que determinan el comportamiento de la demanda agregada interna.
De esta manera, el gasto público real aproximado por las existencias en la Tesorería Nacional, el crédito bancario real, las ventas del comercio en términos reales y consecuentemente la recaudación del IVA, mostraron contracciones en el trimestre en referencia.
Es importante señalar que la debilidad de la demanda agregada de la economía tiene relación con al menos dos elementos importantes. En primer lugar, un nivel significativamente bajo de remuneraciones de los trabajadores, especialmente de los empleados del sector público incluyendo a más de cuatro millones de pensionados del Seguro Social que devengan menos de US$ 5 mensuales y en segundo lugar, la política de encaje bancario de 75% que inhibe cualquier financiamiento a los sectores económicos que pueden mover la economía a corto plazo.