250 parroquias del país deben tener una tasa de pobreza del 100% aproximadamente.” Así lo explicó Omar Zambrano economista de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en el último encuentro del ciclo de foros organizados por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) y copatrocinado por la firma Ecoanalítica, los cuales han venido presentado propuestas para resolver la crisis económica de Venezuela.
Zambrano, expositor del foro “Política Social para la inclusión” realizado este miércoles 7 de julio de 2021 a través de la plataforma zoom, habló sobre el significado de este tema en la gestión gubernamental acordando que, es un pilar de la protección social tan importante como el pilar de la estabilización económica y crecimiento económico. El analista, cree conocer la magnitud de la actual situación, pero advierte que hay elementos que indican que aún hay suficientes problemas de medición de las condiciones socioeconómicas venezolanas.
Como punto de partida, alertó que el contexto venezolano presentó un episodio agudo y una implosión de la economía desde 2013 con pocos paralelos en la historia global <<Es la crisis económica y social más profunda y prolongada desde la guerra federal>>, sufriendo una crisis productiva, hiperinflacionaria y de protección social en los últimos 8 años.
“Se destruyeron capas de fuentes generadoras de ingresos, empresas y emprendimientos. La crisis hiperinflacionaria erosionó el valor de la moneda y esto, el valor real de los ingresos de los venezolanos”, comunicó el economista, al momento de manifestar que la crisis humanitaria compleja se materializó principalmente por el colapso de los ingresos familiares y el corte de abastecimiento básico de alimentos y medicinas y adicionalmente a partir de 2019 la flexibilización de algunos controles que asfixiaron la economía privada, permitiendo así una suerte de dualización de la economía que tiene consecuencias en la población. “Hay pequeños sectores que se están recuperando con la dolarización, pero es una recuperación no productiva porque no tiene engranaje con el sector productivo del país. Existe una recuperación parcial del salario con una alta exclusión, ya que hay quienes no tienen nada que ofrecer a la economía dolarizada, tal como los pensionados”, alertó Zambrano.
En su intervención el economista explicó la importancia del crecimiento como canal indirecto y directo de asistencia, donde en este último, la dimensión del rol del Estado en la interacción de la sociedad y el crecimiento económico debería tener características contracíclicas. A su parecer el Estado debe tener programas que proveen servicios básicos y en momentos de recesión debe actuar de forma contracíclica con sus políticas sociales.
Zambrano señaló que, en Venezuela, el gobierno durante la crisis ha intentado sobreponerse con programas sociales esporádicos, mal pensados. <<no hay nada que se parezca a una protección social. Al momento de la crisis nada atajó a los venezolanos>>. Según la encuesta ENCOVI de la UCAB, la cifra de pobreza por ingreso llega a 96%, por lo que el economista estima que, la cifra representa lo que pasó y cómo afectó a todos.
“No todos somos igual de pobres ni de la misma manera. Hay elementos que hacen falta para construir un sistema de protección social para hacer verdadera política social”, enfatizó Zambrano.
Según los estudios realizados por el economista, Venezuela tiene altas tasas de pobreza en promedio, siendo un fenómeno territorializado y profundo. Estima que 250 parroquias del país deben tener una tasa de pobreza del 100% aproximadamente. Como referencia explicó que, en El Cafetal, la parroquia más rica de Venezuela, el 30 y 34% de las personas no tienen ingresos suficientes para adquirir una canasta alimentaria.
“Hay pobreza aun en las zonas más ricas del país y el 70% de los pobres están en 250 parroquias”, afirmó, evaluando que 66% de la población venezolana es pobre desde el punto de vista multidimensional al tener al menos 3 privaciones de las 7 que considera el estudio (Servicios básicos, ingresos, educación, alimentación, salud, trabajo, vivienda).
Para aclarar el panorama Zambrano, aclaró que la canasta alimentaria normativa cuyo diseño es de 1997, no se publica desde 2014, está desactualizada y hay necesidad de saber qué están comiendo los venezolanos <<Con la crisis los hogares generan estrategias de mitigación. No hay un tema de abastecimiento, sino, de acceso>>, así, afirma que cuando hay hiperinflación, la medición es la del precio de la canasta y el ingreso, considerando que según las ventas de los supermercados es posible obtener una canasta representativa.
Tomando como medida alternativa la canasta de la caloría más barata, se construyó una línea de pobreza, obteniendo como resultado que, el 15% de la población en pobreza extrema no tiene ingresos suficientes para adquirir la caloría más barata: la arepa. (Anova Policy Research basado en Cabrera y Paolinetti. 2019). Datos IMHV 2020.
Igualmente, Zambrano advirtió sobre los problemas de medición a falta de las cifras para el seguimiento de las condiciones socioeconómicas de las familias, << el gobierno tiene una mora desde hace décadas>>. En cuanto a los ingresos, comenta que hay datos que no se reflejan en la medición, como los activos que se venden, la dolarización no institucionalizada y el poco rastro de las remesas que ingresan por los canales informales, esto al carecer de instrumentos que ayudan incluso, a discriminar las poblaciones más afectadas.
“13.2% de los hogares aseguran recibir remesas y hay un impacto dentro de las familias que reciben, pues, sin remesas la pobreza extrema subiría del 47% al 70.5%. Muchos hogares han salido de la pobreza gracias a las remesas “, asegura el economista, indagando que la clase media y media alta, son capaces de soportar más la crisis, por los activos que posean. Sin embargo, la dolarización impacta en todos al ser el 46% de las remuneraciones pagadas en dólares.
“Hoy Venezuela es el 20% del tamaño que fue. Hay una parte que no tiene elementos para integrase a la recuperación, propiciando una Venezuela dual que crece todos los días”, aunque, de seguidas, Zambrano proporcionó los elementos para proponer una red de protección social diferente a la del sistema actual <<El estado de bienestar chavista fracasó. Es poco transparente, no se sabe a quién llega y si está mitigando la crisis dejando desprotegidos a los venezolanos en un momento crítico>>, aludiendo a una oportunidad creativa para que surjan nuevas bases y un proceso de recuperación sostenido de alto crecimiento económico en Venezuela.
“El diseño para una nueva política social debe estar sobre los 10 principios básicos de diseño: tener al ser humano como norte, calidad de servicios, foco territorial, decisiones basadas en evidencia, sistema de información, datos e indicadores de seguimiento. Necesitamos un sistema que evalúe lo que se está haciendo, lo que funciona y lo que no, que se retroalimente de la manera cómo se hacen las políticas con 4 principios básicos de implementación: enfoque en el hogar, gestión por resultados, descentralización y focalización”, puntualizó al ilustrar que es vital dotarse de una nueva institucionalidad para hacer política social nacional, creándolas desde cero, orientadas a una nueva forma de hacer las cosas.
Por su parte David Vera, economista venezolano, procuró su opinión, catalogando como importante el papel del Estado en el diseño de políticas públicas que empujen a los individuos a tomar decisiones óptimas. Vera indicó que Venezuela necesita más de un empujón a corto plazo y a largo plazo, pensar en políticas sociales con marco económico.
“En economía experimental se han hecho trabajos de facilitación de empleo, políticas sociales y otras áreas de las que Venezuela puede tomar parte de estos conocimientos”, reveló y así mismo, resaltó el trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo sobre Venezuela (Una mirada al futuro de Venezuela) y concluyó que el país requiere de un diseño para lidiar con la emergencia humanitaria que se vive desde hace más de una década.