Según García, los NFTs en el año 1990 eran solo un proto-chat, en el momento en que no existían redes sociales como hoy las conocemos. Las conferencias agrupaban programadores, criptógrafos e inversores para crear canales de comunicación seguros entre personas y dinero digital para habitar en el internet donde los creadores no sean total controladores.
Tras explicar el contexto, comentó que en la mayoría de las plataformas que conocemos hoy, las personas que las administran tienen el control del contenido que se sube. <<Cuando el discurso de un consumidor no está en armonía con el discurso de los administradores, se censura>>.
“Los Cypherpunk se dedicaron a diseñar criptografía sólida y tecnología que atiende la privacidad de una forma distinta a la que conocemos. Se pensaba en algo con características de un objeto coleccionable”, relató García. Indicó que, se empezó a tratar de reproducirlos con códigos, siendo Bitcoin el mejor ejemplo y más conocido protocolo con una base de datos que nadie controla, independiente de cualquier gobierno o administrador donde “algo” pueda coleccionarse y ganar valor de mercado.
En relación a la diferencia entre el mundo virtual y el mundo de los átomos y las moléculas, informó que se trata de coleccionar “objetos” que no dependan de la decisión del administrador para no restarle valor. “Es realizar una transferencia a una wallet con tecnología blockchain, que tiene una escasez digital, que permite el cambio efectivo de objetos inmutables, indestructibles y posibles de coleccionar”.
Durante su exposición, el ingeniero confirmó que esta tecnología empezó a aplicarse a otras cosas. Los nuevos mecanismos se han venido usando para generar obras creativas, canciones, imágenes, entre otros. “En el año 2016, después de varios experimentos, a un grupo de personas se les ocurrió realizar una colección de memes y adjuntarlas a unos tókenes creando un directorio de un “memes”. Fue el primer mercado de NFTs”, aseguró García Grillasca.
La esencia de este mercado es intercambiar el diseño en la base descentralizada, es decir, es un mercado orgánico de objetos digitales con propiedades de escasez, con inmutabilidad y resistente a la censura <<no necesita empresa, o grupo que oficialice la actividad, solo se tiene un objeto de colección digital que con demanda gana valor de mercado>>
Para ejemplificar, García Grillasca mencionó que en noviembre de 2016 la moneda o tarjeta de pepe cash, un mercado del “meme” ilustrado por un sapo verde, poseía alrededor de mil millones de “monedas”, equivalentes a USD $80 millones.
Entre tanto, el ingeniero declaró que, dentro de la base descentralizada, se hacen tókenes, se crean fichas y cualquier persona o software puede hacer un objeto para ponerlo a la venta en el mercado descentralizado sin pedirle permiso a nadie. Un concepto poderoso y creativo del ejercicio de mercado.
“Criptokitties es un juego que se popularizó en 2017, proveniente de ethereum, un protocolo que busca tener capacidad de correr cualquier tipo de software. Así, continuamente la idea de los NFTs empezó a ganar auge”, recordó García.
En carteras como Metamask, la más popular de ethereum o las plataformas Rarible o Superare, la más importante ahora en NFTs, no es necesario tener que proporcionar tanta información personal.
Los NFTs se entienden como tókenes únicos, pero están aunados a un contenido digital. <<es más que eso>> García advierte que cualquiera puede copiar y reproducir, pero el token que vive en la wallet solo puede ser administrado por el dueño de la wallet y nadie más lo puede tener o mover. “Es necesario ser un bitcoiner, no es difícil, es solo un paradigma nuevo. Se debe respaldar con seguridad porque son activos financieros custodiados por uno mismo, esa es la innovación”, manifestó.
En el mismo sentido, hizo énfasis en estas plataformas donde se accede a coleccionistas potenciales sin pedirle permiso a nadie, en contraste con los mercados creativos que dependen de una jurisdicción. También visualizó la expansión de los NFTs hacia el mercado de los videojuegos y otros ámbitos artísticos.
“No pensamos que sería tan rápido. Todo lo digital creció”, reveló el experto.
“Los NFTs se viralizaron en 2020 con la pandemia”, esto afirmó Gustavo García en el foro ¿Son los NFTs el futuro del arte? realizado este viernes a través de la plataforma zoom.
Según García, los NFTs en el año 1990 eran solo un proto-chat, en el momento en que no existían redes sociales como hoy las conocemos. Las conferencias agrupaban programadores, criptógrafos e inversores para crear canales de comunicación seguros entre personas y dinero digital para habitar en el internet donde los creadores no sean total controladores.
Tras explicar el contexto, comentó que en la mayoría de las plataformas que conocemos hoy, las personas que las administran tienen el control del contenido que se sube. <<Cuando el discurso de un consumidor no está en armonía con el discurso de los administradores, se censura>>.
“Los Cypherpunk se dedicaron a diseñar criptografía sólida y tecnología que atiende la privacidad de una forma distinta a la que conocemos. Se pensaba en algo con características de un objeto coleccionable”, relató García. Indicó que, se empezó a tratar de reproducirlos con códigos, siendo Bitcoin el mejor ejemplo y más conocido protocolo con una base de datos que nadie controla, independiente de cualquier gobierno o administrador donde “algo” pueda coleccionarse y ganar valor de mercado.
En relación a la diferencia entre el mundo virtual y el mundo de los átomos y las moléculas, informó que se trata de coleccionar “objetos” que no dependan de la decisión del administrador para no restarle valor. “Es realizar una transferencia a una wallet con tecnología blockchain, que tiene una escasez digital, que permite el cambio efectivo de objetos inmutables, indestructibles y posibles de coleccionar”.
Durante su exposición, el ingeniero confirmó que esta tecnología empezó a aplicarse a otras cosas. Los nuevos mecanismos se han venido usando para generar obras creativas, canciones, imágenes, entre otros. “En el año 2016, después de varios experimentos, a un grupo de personas se les ocurrió realizar una colección de memes y adjuntarlas a unos tókenes creando un directorio de un “memes”. Fue el primer mercado de NFTs”, aseguró García Grillasca.
La esencia de este mercado es intercambiar el diseño en la base descentralizada, es decir, es un mercado orgánico de objetos digitales con propiedades de escasez, con inmutabilidad y resistente a la censura <<no necesita empresa, o grupo que oficialice la actividad, solo se tiene un objeto de colección digital que con demanda gana valor de mercado>>
Para ejemplificar, García Grillasca mencionó que en noviembre de 2016 la moneda o tarjeta de pepe cash, un mercado del “meme” ilustrado por un sapo verde, poseía alrededor de mil millones de “monedas”, equivalentes a USD $80 millones.
Entre tanto, el ingeniero declaró que, dentro de la base descentralizada, se hacen tókenes, se crean fichas y cualquier persona o software puede hacer un objeto para ponerlo a la venta en el mercado descentralizado sin pedirle permiso a nadie. Un concepto poderoso y creativo del ejercicio de mercado.
“Criptokitties es un juego que se popularizó en 2017, proveniente de ethereum, un protocolo que busca tener capacidad de correr cualquier tipo de software. Así, continuamente la idea de los NFTs empezó a ganar auge”, recordó García.
En carteras como Metamask, la más popular de ethereum o las plataformas Rarible o Superare, la más importante ahora en NFTs, no es necesario tener que proporcionar tanta información personal.
Los NFTs se entienden como tókenes únicos, pero están aunados a un contenido digital. <<es más que eso>> García advierte que cualquiera puede copiar y reproducir, pero el token que vive en la wallet solo puede ser administrado por el dueño de la wallet y nadie más lo puede tener o mover. “Es necesario ser un bitcoiner, no es difícil, es solo un paradigma nuevo. Se debe respaldar con seguridad porque son activos financieros custodiados por uno mismo, esa es la innovación”, manifestó.
En el mismo sentido, hizo énfasis en estas plataformas donde se accede a coleccionistas potenciales sin pedirle permiso a nadie, en contraste con los mercados creativos que dependen de una jurisdicción. También visualizó la expansión de los NFTs hacia el mercado de los videojuegos y otros ámbitos artísticos.
“No pensamos que sería tan rápido. Todo lo digital creció”, reveló el experto.