“El sistema de pago está destruido. A pesar del efectivo en divisa que está circulando, hacer una transacción en Venezuela es complejo”, así lo mencionó el economista y profesor de la UCAB Jesús Palacios en el foro “Reconversión Monetaria” realizado este martes 23 de marzo por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) y el Observatorio Venezolano de Finanzas Estudiantil (OVFE), en compañía de Asdrúbal Oliveros director de Econanalítica quien también opinó sobre la reciente medida tomada por el gobierno nacional.
Palacios con el fin de esclarecer el escenario nominal venezolano, indicó “El Bolívar como depósito de valor ya no se usa para ahorrar y como método de pago, ya no genera confianza quedando exclusivamente para usos específicos como el pago de nómina y pago de servicios públicos”
Asimismo, declaró que “La utilidad que le da el gobierno al nuevo cono monetario es la resolución de algunos problemas que generan ventajas transaccionales como el pago de los servicios públicos y el transporte. La emisión de nuevos billetes es una solución transitoria y parcial para facilitar operaciones del día a día, evadiendo un sistema multimonedas”
En el mismo sentido afirmó, “Es un círculo vicioso añadir y remover ceros. El gobierno busca resolver las transacciones, pero no resuelve los problemas de fondo con una medida nominal como esta”. Además, explicó que, “El poder de compra real de nuestro billete más alto (Bs.1.000.000 del nuevo cono monetario) es 96,24% menor que cuando se emitió el billete de máxima denominación anterior (Bs.50.000)”
Sobre la ampliación nominal del cono monetario expuso, “No implica mayor poder de compra con el efectivo. El problema de fondo es la hiperinflación que va para cuatro años y es provocado por la falta de disciplina fiscal del gobierno. A los ritmos de inflación de los últimos meses (noviembre 2020 y febrero 2021) una reconversión que eliminara tres cero a la moneda, perdería su efecto en sólo 15 meses.”
“Los sistemas de pago de hoy, complican a comerciantes y consumidores a la hora de realizar cualquier transacción” lamentó el economista.
En cuanto a la calidad de los servicios públicos y su vinculación con los métodos de pago, aseveró, “El fallo de suministros eléctricos interior del país para transacciones dificulta los pagos. También el 60% de las empresas del país han reportado un incumplimiento laboral por falta de efectivo para pagar el transporte público. Hay un impacto en sectores reales de la economía por problemas de movilidad de la fuerza laboral”.
Como solución especificó Palacios, “Permitir un esquema multimonedas con opciones de pago mucho más amplias. Que el sistema financiero se adecúe al alto nivel de transaccionalidad que tiene el dólar y genere mecanismos de intercambio para que el proceso sea más integral”.
Por su parte, A. Oliveros mencionó, “El problema estructural, las características de hiperinflación, la imposibilidad del gobierno para atajar problemas y el cerco ideológico que impide ofrecer un escape a los problemas que enfrenta la ciudadanía en temas de pago y transaccionales tanto en bolívares como en dólares, no parece estar en el horizonte de las autoridades”.
“Venezuela está en un episodio hiperinflación importante y se acerca a casos icónicos. Es la tercera hiperinflación más larga de la historia y tiene probabilidades de convertirse en la segunda”, analizó el director de una de las más reconocidas firmas de consultoría económica y financiera venezolanas.
Del mismo modo, observó que, “Luego de 3 años, este ciclo de hiperinflación estructural condiciona la conducta de los agentes económicos. La salida del ciclo incluye medidas drásticas y elementos de credibilidad muy elevados para ir modelando expectativas. Los cambios no serán tan rápidos”.
También comentó, “El pico más fuerte de hiperinflación del 2018, fue el que profundizó el esquema de dolarización. Igualmente señaló que, “Venezuela tiene una grave distorsión, una diferencia de precios relativos. Todos los rubros crecen más rápido que educación. Los rubros de Transporte y Restaurantes y Hoteles, tienen las variaciones más agresivas. Esto es una muestra de la disparidad, de cómo se mueven los precios en una economía como la venezolana.”
Entre tanto, el economista informó a su vez de, “el uso del efectivo ha quedado prácticamente supeditado al transporte. Difícilmente hay vuelta atrás cuando se dolariza transaccionalmente. Revertir el ciclo es complicado y lleva tiempo.”
“El problema de la hiperinflación es un problema fiscal, monetario, con trasfondo fiscal. Hay una destrucción de capacidad de recaudar ingresos o impuestos del Estado venezolano” sentenció el director de Ecoanalítica.
A modo de conclusión, enfatizó que, “El gobierno ha reducido el gasto de 50 puntos de PIB a casi 10 puntos PIB. Tiene que aumentar los ingresos. Resolver la hiperinflación ha durado porque tiene un colapso de Estado. Se requiere una solución estructural a estos temas, si no, el problema de la moneda seguirá”.